⁴ Ciertamente llevó él nuestras enfermedades
y cargado con nuestros dolores
y nosotros le tuvimos por azotado,
herido por Dios y afligido.
⁵ Pero él fue traspasado por nuestras transgresiones
aplastado por nuestros pecados;
sobre él recayó el castigo que nos trajo la paz,
y por sus heridas fuimos curados.
⁶ Todos nosotros nos descarriamos como ovejas;
nos hemos vuelto cada uno por su camino;
y el Señor ha cargado sobre él
el pecado de todos nosotros.

⁷ Fue oprimido y afligido,
pero no abrió la boca;
como cordero que es llevado al matadero,
y como oveja que ante sus trasquiladores calla,
no abrió su boca.
⁸ Por opresión y juicio fue arrebatado;
y en cuanto a su generación, que consideró
que fue cortado de la tierra de los vivientes
herido por la rebelión de mi pueblo.
⁹ E hicieron su sepulcro con los impíos
y con un rico en su muerte
aunque no había hecho violencia,
y no había engaño en su boca.