Filipenses 3:1-14 (ESV)

La justicia por la fe en Cristo

3 Por último, hermanos míos,^[a ] alegraos en el Señor. El escribiros lo mismo no me causa molestia alguna y es seguro para vosotros.

² Cuidado con los perros, cuidado con los malhechores, cuidado con los que mutilan la carne. ³ Porque nosotros somos la circuncisión, que adoramos por el Espíritu de Dios^[b] y nos gloriamos en Cristo Jesús, y no confiamos en la carne ⁴ aunque yo también tengo motivos para confiar en la carne. Si alguien piensa que tiene motivos para confiar en la carne, yo tengo más: ⁵ circuncidado al octavo día, del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de los hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; ⁶ en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia según la ley^,intachable. ⁷ Pero todo lo que he ganado, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. ⁸ En efecto, todo lo considero pérdida por el incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo ⁹ y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia que viene de la ley, sino la que viene por la fe en Cristo, la justicia de Dios que depende de la fe. ¹⁰ para conocerle a él y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, ¹¹ para alcanzar por todos los medios posibles la resurrección de entre los muertos.

Esforzarse hacia la meta

¹² No es que ya lo haya conseguido o que ya sea perfecto, sino que me esfuerzo por hacerlo mío, porque Cristo Jesús me ha hecho suyo. ¹³ Hermanos, no considero que lo haya hecho mío. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, ¹⁴ prosigo hacia la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Steve Davis