Pregunta y respuesta sobre el sentido de la vida
Eclesiastés 1: 1-11
Todo es vanidad
1 Palabras del Predicador,[a] hijo de David, rey en Jerusalén.
2 Vanidad[b ] de vanidades, dice el Predicador,
¡vanidad de vanidades! Todo es vanidad.
3 ¿Qué gana el hombre con todo el trabajo
en que se afana bajo el sol?
4 Una generación va y otra viene
pero la tierra permanece para siempre.
5 El sol sale, y el sol se pone,
y se apresura[c ] al lugar por donde sale.
6 El viento sopla hacia el sur
y da vueltas hacia el norte
da vueltas y vueltas el viento
y en sus circuitos vuelve el viento.
7 Todos los arroyos corren hacia el mar
pero el mar no está lleno;
al lugar donde fluyen los arroyos
allí vuelven a fluir.
8 Todas las cosas están llenas de cansancio
el hombre no puede expresarlo;
el ojo no se sacia de ver
ni el oído se sacia de oír.
9 Lo que ha sido es lo que será
y lo que se ha hecho es lo que se hará,
y no hay nada nuevo bajo el sol.
10 ¿Hay algo de lo que se diga,
"Mirad, esto es nuevo"?
Ya ha sido
en las edades anteriores a nosotros.
11 No hay memoria de las cosas pasadas,[d]
ni habrá memoria
de las cosas posteriores[e ] aún por ser
entre los que vengan después.
Eclesiastés 12: 8-14
8 Vanidad[a ] de vanidades, dice el Predicador; todo es vanidad.
Teme a Dios y Guarda Sus Mandamientos
9 Además de ser sabio, el Predicador también enseñaba al pueblo conocimientos, sopesando y estudiando y ordenando muchos proverbios con gran cuidado. 10 El Predicador buscaba palabras de deleite, y con rectitud escribía palabras de verdad.
11 Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos firmemente clavados son los dichos recogidos; son dados por un Pastor. 12 Hijo mío, guárdate de todo lo que vaya más allá de esto. El hacer muchos libros no tiene fin, y el mucho estudio es un cansancio de la carne.
13 Fin del asunto; todo ha sido oído. Temed a Dios y guardad sus mandamientos, porque éste es todo el deber del hombre[b]. 14 Porque Dios someterá a juicio toda obra,[c ] toda cosa secreta, sea buena o sea mala.
Notas a pie de página
- Eclesiastés 12:8 El término hebel en hebreo puede referirse a un "vapor" o "mero aliento" (tres veces en este versículo); véase la nota sobre 1:2
- Eclesiastés 12:13 O el deber de toda la humanidad
- Eclesiastés 12:14 O en el juicio sobre
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