Asombrosa Gracia

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El sábado por la mañana hablé en un funeral al que asistían en su mayoría personas muy religiosas. Les hablé de la relación entre Efesios 2:8-9 ("Porque por gracia sois salvos por medio de la fe. Y esto no es obra vuestra; es don de Dios, no resultado de las obras, para que nadie se gloríe") y el conocido himno Amazing Grace ("Asombrosa gracia, qué dulce el sonido, que salvó a un miserable como yo. Enotro tiempo estaba perdido, pero ahora he sido hallado; estaba ciego, pero ahora veo").

Les hablé de mi asombro ante la popularidad de la canción. ¿Por qué asombro? Porque la letra contradice la forma en que la mayoría de la gente piensa en acercarse a Dios. La mente religiosa está obsesionada con la necesidad de ganarse el favor de Dios. La gracia que salva, rescata a los perdidos y abre los ojos ciegos es una gracia ajena al pensamiento religioso. La mente religiosa ve la salvación, no como una posesión presente, sino sólo como una posibilidad.

¿Por qué entonces el himno "Amazing Grace" es tan universalmente amado? ¿Se trata simplemente de sensacionalismo o romanticismo, o esta atracción por "Amazing Grace" revela un anhelo más profundo del alma? La Biblia da a entender que el alma humana fue creada con un anhelo de gracia. Adán, incluso en su condición original, anterior a la caída, fue creado en dependencia de su Creador y existía para la gloria de su Creador. Todo lo que Adán poseía como ser creado, lo poseía como un don de la gracia de Dios. Nada en el estado original de Adán se debía al mérito personal. Adán conoció a Dios como el Dios de la gracia.

Aunque el pecado humano ha borrado ese anhelo creado de gracia en el alma, no ha borrado el anhelo. El anhelo de gracia ha disminuido, pero no se ha destruido. Los vestigios de haber sido creados a imagen de Dios permanecen en todos los seres humanos. El grito del alma humana por la gracia, aunque débil, existe universalmente y quizás por eso los temas de "Amazing Grace" resuenan en tantas personas, que aunque piensen y vivan de forma contraria, no pueden negar el anhelo más profundo de su alma por la gracia.

Este anhelo de gracia no se cumple en la religión, sino en Jesús, que trae la gracia y la verdad, y que despliega la gracia tanto viviendo por nosotros la vida que no hemos sabido vivir, como sufriendo por nosotros la muerte que merecemos.

Juan 1:16 "Y de su plenitud hemos recibido todos, gracia sobre gracia".

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El 10 de septiembre de 1970 comprendí el gran amor de Dios por mí, pecador y rebelde. Aquella noche recibí el perdón de Dios y una nueva vida a través de Jesucristo, que murió en mi lugar y resucitó para ofrecerme perdón y una nueva vida. He sido pastor principal por más de 30 años plantando dos iglesias en Buckingham, PA y Queens, NY y sirviendo otras dos iglesias en Brooklyn, NY y Roslyn, PA. Actualmente soy el pastor principal de Grace Church of Philly.

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